1 de febrero: Día Mundial del Galgo

El 1 de febrero se celebra el Día Mundial del Galgo, una fecha impulsada por asociaciones de amigos de los galgos, que tratan de concienciar al público en general de los maltratos a los que son sometidos estos animales, e intentan darles una segunda oportunidad, rescatándolos y ofreciéndolos en adopción como animales de compañía.

La matanza y el abandono que sufren estos perros cada 1 de febrero, sobre todo en España, hizo que la fecha sea la oportunidad para contar la realidad que padecen y cómo terminan cuando son descartados. Esta raza nunca antes había sido considerada como «un miembro de la familia», sino un objeto para lograr dinero fácil. Y eso no es de ahora sino desde hace milenios.

Estos canes de hocico largo, gran olfato y patas largas también fueron utilizados (lo son aún) en varios países para correr carreras, correr a la libre, como dicen en Europa. En Argentina ello pasó hasta noviembre de 2016, cuando se sancionó la Ley 27.330 que las prohíbe en todo el territorio.

En España, la temporada de caza se inicia en octubre y termina el 31 de enero. Durante ese período estos elegantes perros viven en zulos oscuros y estrechos; y cuando no les toca salir a cazar son encerrados, apenas alimentados o directamente los hacen pasar hambre.

Eso no es todo para estos perros. El entrenamiento al que son sometidos para correr es por lo menos despiadado. «Se los entrena con técnicas horribles, como remolcarlos atados a coches, camiones o motos a mucha velocidad», develan en una página especializada en buscar adoptantes para los galgos rescatados.

La misma publicación detalla que al final de la temporada de cacería «los galgueros se deshacen de muchos galgos de las formas más horribles que podamos imaginar: los cuelgan vivos de los árboles, los tiran a pozos, los dejan morir de hambre, los golpean hasta morir o los abandonan. Miles de galgos son asesinados cada año».

Entre las atrocidades que padecen estos nobles animales, la peor al momento de deshacerse de ellos y la favorita de los cazadores (aseguran los proteccionistas de perros) es la conocida como «tocar el piano». Así lo explican en el blog Animales en Adopción: «Atan a los galgos del cuello y los cuelgan en un árbol para que el pobre perro que apenas llegue al suelo, tratando de equilibrar, y ‘baile’ de adelante para atrás con las patas traseras casi en el suelo, intentando evitar su estrangulación».

El tambaleo que hace el animal mientras trata de escapar es comparado por los cazadores con el movimiento de las manos de un pianista. Claramente el perro no logra escapar y padece una muerte lenta en la que experimentó pánico, ansiedad, desesperación y un dolor inimaginable.

Sin ahondar en más detalles, lo descrito puede llevar horas e incluso días. Cuando el galgo, ya sin fuerzas, no puede apoyarse sobre sus patas traseras, finalmente se ahorca y muere por asfixia.

Quienes no llegan a tomar esas medidas despiadadas abandonan al animal. Los primeros en ser descartados son aquellos que, en la carrera veloz por la presa, se quiebran alguna pata, cosa que no es inusual ya que esta raza llega a correr a una velocidad de hasta 69 km/h, capacidad que desde temprano la convirtió en objeto preciado para cazadores y apostadores que vieron en esa virtud la posibilidad de lucro.

«Los que sobreviven languidecen abandonados en perreras donde, inevitablemente, terminan muriendo», destacan los proteccionistas españoles.

Aunque esta maravillosa raza necesita siempre nuestra ayuda, se ha creado el Día Mundial del Galgo para denunciar la cruel situación por la que pasan muchos de estos animales. Se celebra el 1 de febrero por una razón, y es que esta fecha marca el final de la temporada de caza, cuando, para muchos galgos, llega un destino mucho peor que la vida cruel que han soportado hasta entonces.

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