El 12 de agosto celebramos el Día Mundial del Hijo de En Medio, que busca homenajear a aquellas personas que en sus familias ocupan este rol que en muchas ocasiones es destacado como el menos importante o relevante.
Lo cierto es que si bien esta fecha no está institucionalizada, se celebra desde 1986 por la idea original de una mujer llamada Elizabeth Walker.
Según la mujer que creó este día, los hermanos que nacieron en el medio, a menudo, pueden sentir “frustración” o, incluso, hasta sentirse excluidos de la familia o entre sus mismos hermanos, por eso esta celebración pretende que los hermanos del medio se sientan protagonistas por un día.
Así mismo es importante aclarar que estas conclusiones carecen de lógica y sobre todo de aval científico, por lo que está muy lejos de la realidad.
Algunos psicólogos creen que el orden de nacimiento es el responsable de muchos aspectos de la personalidad de un individuo. Afirman que los hijos de en medio suelen tener la personalidad opuesta a la del hermano que nació justo antes que él.
Por otra parte, desde su etapa de niñez y crecimiento los hijos de en medio suelen ser más sociables, observadores, razonables, son muy listos y suelen llevarse bien con el resto de sus hermanos.
Además, se abren camino por sí mismos, tomando como base las experiencias y modelaje de sus hermanos mayores. También tienen compañeros extra de juegos con sus hermanos menores.
Según estudios, estos tienden a ser más independientes que los mayores y que los bebés. Uno de los factores que lleva a esta característica puede ser la falta de atención de los padres.
Se convierten en adultos equilibrados. Esto también puede ser reflejo de una infancia en la que tuvieron que convivir con el hermano mayor y el menor, y a raíz de eso madurar rápidamente.