Cada 12 de noviembre se conmemora el Día Mundial contra la Neumonía, recordando la importancia de la prevención, de los riesgos que conlleva padecer esta enfermedad y las consecuencias que puede llegar a producir.
La neumonía continúa siendo una importante causa de morbimortalidad en la población mundial. Reportes de la OMS estiman que cada año mueren más de un millón de niños menores de 5 años en todo el mundo por esta enfermedad. Tanto virus como bacterias pueden producir neumonía en pacientes con o sin comorbilidad previa.
Una enfermedad que no sólo afecta a niños, sino a muchos adultos. Especialmente a las personas mayores de 50 años que sufren patologías crónicas como la EPOC, tabaquismo, enfermedades cardiacas, cáncer, diabetes o VIH. Un grave problema de salud pública que se puede prevenir mediante una nutrición adecuada, una buena higiene y la mejora de los factores ambientales.
El óptimo estado nutricional procurando sostener la alimentación materna del lactante, asistir a controles periódicos de salud completando los esquemas de vacunación, el lavado de manos, así como tomar medidas de control ambiental (principalmente humo del cigarrillo) son algunas de las acciones que pueden prevenirla o disminuir su severidad.
¿Qué es la neumonía?
La neumonía, es una enfermedad que provoca la inflamación de los pulmones por la presencia de una infección producida por virus o bacterias. Con los equipos adecuados, principalmente placas torácicas o radiografías se pueden detectar a tiempo y detener por completo con el suministro de un antibiótico. Es más, se ha comprobado que, si la enfermedad se diagnostica a tiempo, reduce su mortalidad en un 42% en los niños de 2 años o menos.