Cada 24 de agosto se celebra internacionalmente el día que hace referencia al arte de la música en una de sus facetas más cuestionadas, siendo homenajeada la música catalogada como “extraña”.
La fecha se celebra en todo el mundo con diversas actividades. La gente toca o escucha música extraña, producida con todo tipo de instrumentos, musicales o no.
El objetivo es abrirse a nuevas experiencias sonoras y, para ello, casi todo vale.
La idea de la celebración nació en 1997, por el músico y compositor neoyorkino Patrick Grant que quería ampliar los espectros musicales del público en general. Su objetivo principal fue conseguir que las personas escucharan y tocaran tipos de música que nunca antes hubieran escuchado.
También le sirvió para promocionar su disco Fields Amaze que acababa de salir al mercado. Una obra de una hora de duración que suena diferente a lo conocido.
“Presenta principalmente música instrumental, con intrigantes e inesperadas fusiones de técnica y estilo. Estos incluyen conjuntos de percusión potentes, piano microtonal, instrumentos caseros, instrumentos clásicos que tocan patrones climáticos turbulentos transformados en música”, sostuvo su creador.
En cuanto a la designación de la fecha, este eligió el 24 de agosto por ser el cumpleaños del padre de su novia, que para él, fue una persona especial y una especie de mentor artístico.
Así también utilizó la efeméride para promocionar su álbum. En principio la denominación de la celebración era «Día de la Música Extraña», aunque con el tiempo, el movimiento fue creciendo por el mundo, y le añadió el adjetivo «internacional».
En pocos años, la idea fue creciendo y sumando más adeptos. Por ejemplo, en 2002 se celebró en distintos países de Europa. Por eso se decidió agregarle el “Internacional” al nombre.
