El 3 de noviembre se celebra el Día Nacional del Artista Plástico, debido a que ese día, pero en 1870, pasaba a la inmortalidad uno de los artistas que más impacto tuvo en la vida cultural del país: Prilidiano Pueyrredón. Es recordado por dejar su huella en la historia del arte argentino con sus obras basadas principalmente en la representación de la vida de campo y el gaucho, pero también la vida de los barrios urbanos, el arrabal y la vida ciudadana.
Pueyrredón fue uno de los precursores del arte plástico en nuestro país, debido a que fue pintor y arquitecto, hijo de Juan Martín de Pueyrredón, militar y político argentino. Asimismo, es recordado por ser el primer pintor de desnudos femeninos en Buenos Aires, de los cuales se han conservado “La Siesta” y “El Baño”. Ambas obras se encuentran exhibidas en el Museo Nacional de Bellas Artes.
En esa misma línea, fue el autor de los planos para la construcción de la Quinta de Olivos, que es la principal residencia oficial del presidente de la Nación Argentina. Como así también el puente que une la Ciudad de Buenos Aires con la localidad de Avellaneda lleva su nombre, ya que fue uno de los impulsores de la obra.
Entre sus obras más recordadas, pintó a Manuelita, la hija de Rosas, en 1851, pero, luego de un alejamiento con su hermana y del rechazo de una mujer abandonó la ciudad y regresó a Cádiz. Fue recién en 1854 que retomó a Buenos Aires y puso sus conocimientos de ingeniero y arquitecto para la obra pública.
El artista trabajó en las obras de restauración y ampliación de varios monumentos nacionales, entre ellos la capilla de la Recoleta, la Pirámide de Plaza de Mayo y la Casa Rosada. Mientras como urbanista, diseñó la Plaza de la Victoria, un parque junto al entonces Paseo de Julio, y el puente del barrio de Barracas.