Cada 4 de abril se celebra el Día de la Empanada Salteña, una fecha para rendir homenaje al plato más típico de la gastronomía regional del Norte Argentino, cuya receta tiene una base de carne picada a cuchillo, pero que luego en cada Provincia adquiere variantes -como el agregado de papa o pasas de uvas-. A esto se suma, por supuesto, el sabor especial que le otorga cada cocinero o cocinera que hace de cada empanada un pastelito único en el mundo.
La fecha fue instituida mediante la ordenanza municipal Nº 7117, el 29 de octubre del año 2003, con el objetivo de «realzar y reafirmar el significado cultural de las empanadas como protagonistas de toda reunión familiar o de amigos, en las casas o en los restaurantes, entre salteños y visitantes a la ciudad».
Asimismo, tiene motivos históricos al afirmar que esta receta es resultado de la fusión entre la cultura precolombina con las influencias de los conquistadores europeos. “Surge un plato que allana las fronteras entre ambas tradiciones gastronómicas y que resume, como ningún otro, la exquisita variedad de la cocina de esta parte del mundo”, dice el documento.
El origen de esta celebración se remonta al 4 de abril de 1820, cuando el entonces gobernador Martín Miguel de Güemes destinó 29 pesos y 6 reales del presupuesto provincial para la elaboración de empanadas con las que se recibió a las tropas procedentes desde el Tucumán. La buena fama de las empanadas salteñas crece desde entonces y se impone a las que se preparan en otras provincias argentinas.