A días del atentado contra le vicepresidenta en un acto de escaso accionar policial, el ministro Anibal Fernández presentó su renuncia.
«Soy un caballero y cuando esta cosa sucedió, lo primero que le dije al Presidente es que estaba dispuesto a renunciar, cuando él lo considere», reveló el funcionario.
Este aseguró que había comunicado inmediatamente su postura de dar un paso al costado. Sin embargo, el primer voto de confianza se le otorgó con su participación en la reunión de gabinete que se hizo en la Casa Rosada el viernes por la mañana, que fue convocada por Juan Manzur y que tuvo al jefe de Estado sentado en la cabecera de la mesa.
En este marco, el ministro de Seguridad destacó que se cumplieron todos los «protocolos» en la investigación por el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, aseguró que la Policía Federal no «manipuló» el teléfono celular del acusado Fernando André Sabag Montiel, detenido por el intento de magnicidio, y sostuvo que la jueza María Eugenia Capuchetti y la fiscalía «han hecho un buen trabajo».
El funcionario consignó que, luego del ataque contra la Vicepresidenta, se inició «un protocolo de preservación de la escena del crimen» y que, en ese marco, se envió el teléfono celular de Sabag Montiel en «una bolsa de Faraday» y el Juzgado lo incorporó junto a un recibo «que dice que fue recibido con la cadena de custodia intacta».
«La caja de Faraday es cuando queremos hablar y la señal no sale porque rebota en todos lados», explicó el funcionario.
Al respecto, añadió: «Después ya no sé qué es lo que pasa porque hasta ahí llega nuestra tarea. La Federal no manipuló el celular».
