En la jornada del lunes se dio a conocer la sentencia de la justicia para un hombre de 32 años, identificado como I. A. Q., quien fue condenado a ocho años y seis meses de prisión efectiva por delitos de abuso sexual en perjuicio de su hijastra menor de edad.
La causa surgió de una denuncia presentada en mayo del año pasado por la madre de la víctima, en la que relató que, al regresar de su trabajo, tras recibir un mensaje que le resultó raro por parte de su hija, se dio con una nota en la habitación de la menor donde revelaba que su padrastro abusaba de ella desde que tenía 12 años.
En circuito cerrado de televisión, la víctima manifestó luego que ella siempre vio a I. A. Q. como su padre, desde que él se fue a vivir con ella y su mamá. En ese momento la damnificada tenía 6 años.
La menor relató que cuando cumplió los 12, él empezó a tocarle sus partes íntimas. A partir de los 14 y hasta que la menor cumplió los 15 años, el imputado comenzó a mantener relaciones sexuales reiteradas, obteniendo un consentimiento viciado de la víctima dado su estado de inmadurez sexual y la diferencia asimétrica de edad entre ambos.
El imputado resultó autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual simple agravado por la guarda y por haber sido cometido contra una menor de dieciocho años aprovechando la situación de convivencia preexistente continuado.
La jueza interina Gabriela Romero Nayar ordenó el inmediato traslado del condenado a la Unidad Carcelaria 1. Dispuso además que, por la naturaleza de los hechos por los cuales resultó penado, reciba tratamiento psicológico en el ámbito del penal.
Finalmente, la jueza ordenó que se le extraigan muestras de ADN al imputado para su inscripción en el banco de datos correspondiente.