En medio del nuevo viaje que realizó el representante de la cartera de economía y haciendo por Estados Unidos, Massa, se reunió en la tarde de ayer con funcionarios del FMI para analizar la marcha del programa acordado con el organismo.
Durante la reunión, los representantes del Fondo consultaron en particular por la marcha de la inflación. En ese sentido, le aseguró que el dato de septiembre estará debajo del 7%.
En este marco, fuentes oficiales aseguraron que desde la cartera se viene trabajando la conformación definitiva de un “plan de estabilización” para frenar la inercia inflacionaria.
Según anticiparon al medio Ámbito financiero fuentes oficiales, podría implementarse en noviembre.
Este último incluiría un acuerdo formalizado de precios y salarios que baje drásticamente la escalada de precios por cuatro meses. Un consultor cercano al Gobierno lo analizó en un reciente informe y le asignó un 60% de probabilidades de aplicación.
Según pudo saber el citado medio, sobre esta cuestión viene trabajando junto al ministro el secretario de Programación Económica, Gabriel Rubinstein hace ya algunas semanas.
En el Palacio de Hacienda consideraban fundamental atravesar primero otras etapas: el ordenamiento fiscal, la acumulación de reservas vía dólar soja y desembolsos de organismos multilaterales, la segmentación energética, la suba de tasas y el ajuste en los controles del comercio exterior con la idea de cuidar las divisas que se acumularon.
La próxima etapa del plan estaría apuntada hacía el componente inercial de la inflación. Luego de acomodar algunos precios relativos, la idea sería “parar la pelota por cuatro meses”.
Es decir, un acuerdo de precios y salarios, que podría incluir también un sendero claro para el dólar y las tarifas que permita desindexar la economía y ponerle un freno a las remarcaciones preventivas.
