Cada 1° de febrero se recuerda en la Argentina el Día del Trabajador Vitivinícola. La fecha se fijó con el objetivo de rendirle un homenaje a todas aquellas personas que se dedican a la realización del vino. Si bien la fecha rige en todo el territorio argentino, su origen está fuertemente relacionado con la provincia de Mendoza, lugar donde se realizan homenajes más visibles.
El vino es comprendido como el resultado del duro trabajo en conjunto y en equipo de diferentes personas, por lo que este día decidió establecerse para brindar un especial reconocimiento y homenaje a cada uno de los protagonistas en su producción.
La celebración fue instaurada a partir del 1° de febrero de 1991. Desde ese día, en el departamento de San Rafael, se firmó el acta para establecer de manera formal a esta efeméride. De esta misma manera es que se estableció como feriado al mismo día de febrero para todos los trabajadores del rubro vitivinícola.