10 de diciembre: Día del Trabajador Social

Este 10 de diciembre se celebra el Día del Trabajador o Trabajadora Social en Argentina. Esta fecha fue elegida para conmemorar a los profesionales que ejercen esta labor. Anteriormente se festejaba el 2 de julio.

En 2012, la Federación Argentina de Asociaciones Profesionales de Servicio Social decidió que el 10 de diciembre sea el Día del Trabajo Social Argentino coincidiendo con el aniversario de la Declaración del Día Universal de los Derechos Humanos.

En el resto de los países del mundo, se celebra el tercer martes del mes de marzo. La Asamblea Mundial en Salvador de Bahía, Brasil, realizada en 2008, lo instituyó. A su vez, los miembros de la Federación Internacional de Trabajadores Sociales decidieron fijar por unanimidad la conmemoración de este día.

Anteriormente, la celebración era cada 2 de julio, pero la Federación Argentina de Asociaciones Profesionales de Servicio Social decidió modificarlo porque ese día tenía un sentido religioso que no era correlativo con los actuales principios de la profesión. Había sido propuesto en 1961 por la asistente social Marta Ezcurra, miembro de la Unión Católica Internacional de Servicio Social, para homenajear el Día de la Visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel.

Funciones de un trabajador social

El trabajo social es una disciplina que se encarga de favorecer el desarrollo, la cohesión y la transformación social; incluyendo el fortalecimiento individual de quienes forman parte de una comunidad. Algunas funciones de estos profesionales:

  • Prevenir las posibles causas de conflictos individuales y colectivos.
  • Brindar atención directa para potenciar las capacidades individuales y así lograr que sean las mismas personas quienes afronten y den respuesta a los conflictos sociales cotidianos.
  • Planificar y elaborar un plan de acción que tenga objetivos concretos y haga explícito el proceso de análisis, así como las posibilidades de acompañamiento y evaluación.
  • Realizar docencia.

Promover la promoción e inserción social para restablecer o conservar la autodeterminación y funcionamiento tanto individual como colectivo. Esto puede ser mediante el diseño e implementación de política sociales que reajusten el acceso a los distintos servicios.