El 26 de septiembre se celebra internacionalmente el día de la Salud Ambiental, una efeméride de vital importancia orientada a garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas, en pro de la salud de las generaciones actuales y futuras.
Se celebra en este día debido a la iniciativa de la International Federation on Environmental Health (IFEH), que la promovió en el año 2011.
Su finalidad es sensibilizar y concienciar a la población mundial sobre la salud del medio ambiente.
Esta organización tiene su sede principal en Londres y agrupa a más de 44 estados miembros. Su labor se orienta a la investigación científica y técnica en materia de salud ambiental.
La Salud Ambiental, tal como lo definió la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Reunión Consultiva en Sofía en 1993, es el campo que “comprende aquellos aspectos de la salud humana, incluida la calidad de vida, que son determinados por factores ambientales físicos, químicos, biológicos, sociales y psicosociales”.
Los factores de riesgo ambientales, como la contaminación del aire, el agua y el suelo, la exposición a los productos químicos, el cambio climático y la radiación ultravioleta, contribuyen a más de 100 enfermedades o traumatismos, según la OMS.
Es necesario visibilizar el problema ambiental como inherente a la salud integral, y pensar en términos de la prevención del daño y, aún más, de la promoción de la salud, en vez de centrarse en el daño instalado.
Entre los puntos esenciales de la salud ambiental están:
- Mejorar la interacción entre las actividades humanas y el medio ambiente
- Generar información que facilite comprender y minimizar el impacto sobre los sistemas naturales de los que dependemos para garantizar la calidad de vida
- Caracterizar, evaluar y analizar los riesgos ambientales
- Comunicación con la sociedad para concienciar sobre los riesgos ambientales para nuestra salud
- Minimizar las desigualdades en la salud ambiental, resultado de la dispar distribución de los determinantes sociales y ambientales del territorio.