Cada 30 de noviembre se celebra internacionalmente el Día de la Lucha contra los Trastornos Alimentarios, fecha que tiene como propósito concientizar a la sociedad e interpelar a los diversos actores sociales acerca de dicha problemática.
La fecha surgió hace 10 años, a finales del año 2012 por iniciativa de unas administradoras de una página de Facebook que buscaron una vía para apoyarse a sí mismas, para apoyar a otros y para recordar la lucha de las personas que se enfrentan a estos trastornos.
Propusieron tener como símbolo un lazo o una cinta o pulsera de color azul claro en la mano izquierda para representar la fe, la solidaridad y la esperanza.
Esta propuesta pretende visibilizar la importancia de la prevención y detección precoz de este tipo de alteraciones alimentarias y huir de la estigmatización y el exceso de juicios sociales que, de forma frecuente, rodean a este tipo de enfermedades.
Los trastornos alimentarios son afecciones graves de salud mental. Implican problemas serios sobre cómo se piensa sobre la comida y la conducta alimentaria. Se puede comer mucho menos o mucho más de lo necesario.
Son trastornos mentales que generan un comportamiento patológico frente a la ingesta de alimentos y una obsesión por el control del peso.
Quienes lo padecen sufren alteraciones a nivel mental y físico, y aunque es posible tratarlas, es necesario que el afectado se someta a un tratamiento médico y psicológico que generalmente tiende a ser largo y complejo.
Por otra parte, es importante el apoyo familiar, ya que una de las características de los trastornos es que el paciente no tiene conciencia de su enfermedad y por lo tanto no puede identificar las consecuencias.
Entre los TCA más conocidos se encuentran: La bulimia, la anorexia nerviosa, la ortorexia, el trastorno por atracón y la vigorexia.