El sexto día del mes de octubre se celebra en nuestro paós el día del circo en conmemoración de la fecha de 1858 en la que nació el actor uruguayo José Podestá, pionero de la actividad circense en la Argentina.
Pepe Podestá fue un acróbata y actor pionero en varios aspectos. Por un lado, creó a su personaje “Pepino el 88”, payaso modelo del cómico rioplatense que fusionaba la figura del payaso con la del payador, cantando canciones rimadas sobre temas nacionales de actualidad e incorporando la crítica social desde el humor.
De acuerdo con el Ministerio de Cultura Argentina, Pepe Podestá fue el creador del llamado “circo criollo”, espectáculo que combina técnicas propias de lo circense, como malabares, acrobacias y parodias, con representaciones teatrales del género gauchesco.
Se trata de una combinación entre comicidad circense con drama popular que, además de tener una exitosa vida propia, también influiría de forma considerable en el teatro nacional del siglo XX.
El nacimiento de esta innovadora modalidad de performance se atribuye a la presentación, primero como pantomima (1884) y luego como drama hablado (1886), de Juan Moreira, de Eduardo Gutiérrez, en versión de José Podestá.
Juan Moreira, novela publicada en forma de folletín entre 1879 y 1880, fue una de las obras centrales del criollismo popular argentino, que plasmó la imagen del gaucho rebelde y justiciero.
El circo se convirtió en el espacio donde el personaje del gaucho rebelde propagó su éxito, debido tanto a la identificación de los espectadores con la figura del héroe justiciero como a la modalidad de actuación teatral que se iniciaba en el circo.
La comicidad circense, el drama popular y una fuerte presencia de la corporalidad en la escena son los elementos que marcan el nacimiento del circo criollo como germen de lo que luego fue el “teatro nacional”.