El 7 de octubre se celebra el Día Mundial de los Calvos, una fecha para concientizar sobre la salud del cuero cabelludo y reflexionar sobre una opción estética que ha evolucionado en las últimas décadas, y que sobre todo afecta a los hombres.
Hoy en día ser calvo no es sinónimo de fealdad ni de falta de salud, sino que, en muchas partes del mundo, puede incluso ser un emblema de masculinidad.
La belleza es muy subjetiva y llevar la cabeza rapada, ya sea por estética o por falta de crecimiento del cabello, es una opción igual de válida que otras. Las razones por las que una persona puede quedarse calva son variadas y responden a factores hereditarios, cambios hormonales, al envejecimiento o incluso al estrés.