Santos Clemente Vera, uno de los condenados por el crimen de las turistas francesas ocurrido en 2011 en Salta, recuperó este lunes la libertad. Fue luego de que la Justicia salteña se basara en el fallo de la Corte Suprema nacional que la semana pasada dejó sin efecto la sentencia a prisión perpetua que se le había dictado en 2016.
Tras siete años y diez meses en la cárcel, Vera salió del penal de Villa Las Rosas alrededor de las 16 y se reencontró con su esposa Beatriz, para luego expresar entre lágrimas: “Se hizo justicia, por fin. Por años lo esperé, mis hijos sufrían”.
“Nunca debí haber estado preso”, expresó. “Estoy muy agradecido, yo debería haber estado con mis hijos por años. A la Justicia por años la esperé, pusieron piedras en el camino. La Corte Suprema de Salta nos puso muros”, denunció.
Insistió en agradecerle a sus abogados: “nunca me cobraron”. Además, destacó que en la cárcel lo trataron bien. “Yo también ponía de mi voluntad, siempre los respeté y subrayó el acompañamiento de su familia: “Tenía miedo de perder a mi familia, de que se cansen. Y era entendible”.
Cuando le consultaron cómo se sentía, Vera respondió: “Con mucha bronca con la Justicia. Yo tendría que haber estado con mis hijos, con mis padres. No entiendo por qué a mí. Fui yo, pero podría haber sido cualquier vecino. Ahora quiero estar con mi familia y ver como seguir. Cómo empezar de nuevo”.
El 7 de diciembre pasado, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó sin efecto la sentencia que condenó a Vera a prisión perpetua por el homicidio de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni, cuyos cuerpos fueron hallados sin vida el 29 de julio de 2011, en la Quebrada de San Lorenzo. En su sentencia, el máximo tribunal ordenó que se dicte un nuevo fallo.
Vera tiene desde hace tres años el patrocinio legal de Manuel Garrido, presidente de Innocence Project, una organización creada en Estados Unidos que busca la absolución de personas erróneamente condenadas alrededor de todo el mundo.
También, cuenta con el apoyo nada menos que de Jean-Michel Bouvier, padre de Cassandre, quien defiende desde hace años su inocencia y sostiene que los verdaderos asesinos de su hija siguen libres e impunes.