El 27 de agosto se celebra el Día internacional de Cosplay. Esta fecha surgió en 2010 cuando Jennifer Alice, una cosplayer estadounidense, y la asociación DC Anime Club, una asociación juvenil sin fines de lucro, impulsaron que cada 27 de agosto se convoque a esta celebración Washington DC, Estados Unidos.
Las primeras jornadas de cosplay de la historia empezaron en los años 70 en Tokio (Japón). Aquí la gente iba disfrazada de sus personajes favoritos de cómics, videojuegos, series, películas, manga o anime.
Actualmente, esta afición se ha extendido por todo el mundo. En distintas convenciones se realizan presentaciones y concursos; y los ganadores pasan a convertirse en verdaderos ídolos dentro de los seguidores de esta tendencia.
¿QUÉ ES EL COSPLAY?
El término cosplay se deriva de la unión de dos palabras anglosajonas: costume (disfraz) y play (que, en este caso, se interpreta como actuar).
El cosplay consiste en disfrazarse de un personaje determinado e interpretarlo en la vida real, imitando sus gestos, expresiones, forma de hablar y actuar. En la mayoría de los casos, suelen ser personajes escogidos de la animación japonesa, cómics, videojuegos y películas.
Los trajes suelen ser fabricados por los propios “cosplayers”. Para su confección pueden llegar a tardar varios meses o incluso años para obtener un disfraz exactamente igual al del personaje elegido y que sea adaptado a su cuerpo.
Una de las razones que hacen popular al cosplay se debe a la variedad de expresiones que puede abarcar, además de que permite a las personas alcanzar un nivel de libertad único cuando se transforman en cualquier personaje sin mayor límite.
