Roberto Sánchez nació en la Maternidad Sardá de la Ciudad de Buenos Aires. Nina y Vicente, sus padres, quisieron llamarlo Sandro, derivado de Sandor, un nombre de gitano que hacía honor al origen de la familia paterna, pero el registro civil no se los permitió por ser “extranjerizante”.
El 9 de julio de 1958, en una fiesta por el Día de la Independencia, imitó a su ídolo Elvis Presley en el salón La Polonesa. A partir de ahí formó un personaje inspirado en Elvis para afrontar su carrera musical: movimientos pélvicos, vestimenta particular, actitud seductora y letras románticas.
A sus 15 años, en 1960, formó el grupo Los Caniches de Oklahoma, que se alineaba con la identidad del boom rockero. El conjunto se separó en 1965 y Sandro emprendió su carrera como solista para incursionar en las baladas románticas.
En 1967 obtuvo el primer lugar en el Primer Festival Buenos Aires de la Canción, en el que interpretó su tema Quiero llenarme de tí. Participó en febrero de 1968 en el Festival de la Canción de Viña del Mar, Chile, y días después en el Festival San Remo de la Canción, en Italia.
Sandro se convirtió en uno de los músicos más populares de la Argentina y su fama trascendió fronteras. Un personaje único, que obtuvo premios, récord y más.
Su adicción al tabaco propició que comenzara a padecer en 1998 un enfisema pulmonar crónico. En 2009, fue trasladado al Hospital Italiano de Mendoza para someterse a un doble trasplante de corazón y pulmones, con el objetivo de extender su esperanza de vida. Sin embargo, su cuerpo no logró adaptarse a esos nuevos órganos y murió a sus 64 años el 4 de enero de 2010.
