La nueva temporada del certamen de baile conducido por Marcelo Tinelli vuelve a la televisión el próximo 22 de agosto. Este año promete ser muy diferente, no solo porque se verá por la pantalla de América y no por la de ElTrece, sino porque viene con nuevas propuestas.
Hace algunos días se conoció la lista completa de participantes, pero también se supo que las galas no serán todas de un mismo ritmo, sino que los famosos deberán elegir qué ritmo presentar ante el jurado integrado por: Ángel de Brito, Pampita, Moria Casán y Marcelo Polino.
Sólo habrá cuatro ritmos fijos que propondrá la producción, después deberán llenar una planilla indicando en qué orden les gustaría bailar cada ritmo musical. Pero ese no será el único cambio que tendrá el reality, ya que ahora no existirán los duelos.
“La novedad que voy a contar hoy del reglamento, porque hay varias, es que a partir de ahora y esto es importante porque va a aliviar a muchos participantes, no va a existir más el duelo. Es un cambio histórico en el Bailando, no hay más duelo”, dijo De Brito en su programa.
“Se van a conocer los puntajes secretos, porque eso sigue existiendo. Y, como siempre, van a quedar tres, cuatro o seis parejas para la eliminación. Y en lugar de volver a bailar otra vez lo que ya bailaron, porque a muchos les tocaba bailar el viernes en el duelo lo que habían hecho el jueves o el mismo día, que ya lo habíamos visto y lo hacían peor muchas veces porque llegaban cansados, ahora lo va a definir el jurado”, explicó el conductor de LAM.
Luego dio un ejemplo de cómo sería la eliminación: “El que tenga el voto secreto empieza. Supongamos que en el primer ritmo me toca a mí, yo salvo a Marixa (Balli). Sigue por orden, Pampita, y salva a Viviana Comenero. Y así hasta que queden los dos que el jurado no salva, que son los que van al teléfono”.
El periodista explicó que, a la hora del salvataje, no hay un criterio único. “Cada jurado vota lo que quiere. Puede ser la pareja que mejor bailó, la que te cae mejor, la que menos odiás, la que más te divierte…”, dijo. Y reconoció que el método era “cero objetivo”, como también lo es el Bailando en sí. “Así que bueno, arréglense”, concluyó.