El papa Francisco, aquejado por una gripe, se realizó este miércoles un chequeo médico en el Hospital Gemelli de Roma, luego de su audiencia general en el Vaticano.
El pontífice, de 87 años, se había saltado la lectura de su audiencia semanal de los miércoles y delegó la tarea en un asistente, ya que no se encontraba bien.
“Sigo un poco resfriado por eso he pedido a monseñor (Filippo) Ciampanelli que lea la catequesis”, dijo el papa que llegó en silla de ruedas al aula Pablo VI, donde se celebra la audiencia.
El argentino, que ha tenido varios problemas de salud recientemente, había cancelado citas el sábado y el lunes debido a lo que el Vaticano llamó una gripe leve. Por el momento, continúa en pie su encuentro de este sábado con el canciller alemán, Olaf Scholz.