En el comienzo del primer juicio contra un expresidente en la historia de los Estados Unidos, la fiscalía acusó a Donald Trump de orquestar un «plan delictivo» para cometer «fraude electoral» en 2016, mientras que la defensa insistió en su inocencia y argumentó que «influir» en unas elecciones «se llama democracia».
El fiscal Matthew Colangelo presentó la causa este lunes ante los 12 jurados en el Tribunal Supremo de Manhattan, en Nueva York, y sostuvo que el magnate republicano «orquestó un plan delictivo para influir en la elección presidencial de 2016», donde finalmente se impuso ante la demócrata Hillary Clinton.
«Fue fraude electoral, pura y simplemente», afirmó. Trump está acusado de 34 delitos de fraude contable para encubrir un pago de u$s130.000 a la exactriz de cine porno Stormy Daniels, con lo que buscó silenciar un supuesto encuentro sexual ocurrido una década antes que podía afectar la recta final de la campaña.
La fiscalía incluyó en la causa otros acuerdos similares para tapar otros potenciales escándalos, como el de una antigua modelo de la revista Playboy. «No se trataba de una estrategia de comunicación, sino de un plan coordinado como parte de una larga conspiración para ayudar a elegir a Donald Trump», señaló Colangelo.
Por su parte, la defensa insistió en que el expresidente está «revestido de inocencia» y «no hay nada malo en intentar influir en unas elecciones: se llama democracia». El propio Trump aseguró que el juicio es un «engaño», una «caza de brujas» y una «interferencia electoral» en su campaña para 2024.
Si es declarado culpable, Trump podría ser condenado hasta a cuatro años de cárcel y ser despojado de su derecho al voto, según informó AFP. También enfrenta otras tres causas penales, incluso por cargos más graves, pero es poco probable que se celebren antes de las elecciones del 5 de noviembre.