El vigésimo día del mes de agosto se celebra en forma internacional el día que hace referencia a la papa como uno de los acompañamientos o platos principales más consumidos a nivel mundial.
Si bien este tubérculo se consume en infinidad de formas, en este caso hace referencia al día mundial de la papa frita.
Aunque se desconoce el motivo por el cual fue proclamada esta efeméride, la fecha quedó instaurada en el inconsciente colectivo. Por otra parte, alrededor de la fecha hay dos países europeos que pretenden asegurarse el crédito del plato: Francia y Bélgica.
Los franceses aseguran que a fines del siglo XVIII se vendían sobre el Pont Neuf de París, a la vista de los clientes dentro de braseros y sartenes. Cocinaban sólo con aceite. Mientras que los belgas sostienen que nacieron en la ciudad de Namur en el invierno de 1680. La única diferencia radica en la cocción que se divide en dos etapas: primero, las cocinan en aceite y, luego, con grasa animal.
Más allá de quién haya sido el inventor de las papas fritas, sí se sabe que su presentación actual de bastones dorados proviene de Europa, aunque países como Estados Unidos han logrado ser reconocidos por sus variedades y formas de cocinarlas.
Se estima que el origen de las patatas fritas se remonta al siglo XVII, debido a que los belgas las usaban como sustitutos del pescado frito cuando los ríos se congelaban en época de invierno.
La fecha se celebra en distintos países, y especialmente en Argentina son los locales gastronómicos los que suelen ofrecer distintas promociones para alentar el consumo dando extras, descuentos e incluso porciones gratis.
Más allá de su invención y la intención consumista para la proclamación de la fecha, se trata del snack más consumido en el mundo y representa a una guarnición legendaria.