Cada 20 de mayo se conmemora esta fecha que busca la concientización sobre la enfermedad que resulta poco conocida, pero afecta a un considerable número de personas en el mundo.
Esta efeméride fue impulsada por asociaciones de pacientes de todo el mundo con el objetivo de informar y sensibilizar a la población sobre esta enfermedad multisistémica rara, no contagiosa y crónica que, de origen desconocido, se caracteriza por la inflamación de los vasos sanguíneos.
La finalidad de la celebración es la de concientizar a la población, divulgar información sobre esta patología y apoyar a las personas que la padecen. Asimismo, se reconoce la labor de organismos y asociaciones dedicadas a la investigación científica, sobre las causas y tratamiento de esta enfermedad.
La enfermedad de Behçet es una enfermedad multisistémica crónica de causa desconocida, caracterizada por un curso recurrente, que evoluciona en brotes y con compromiso inflamatorio de los vasos sanguíneos de todos los calibres.
Las manifestaciones más frecuentes son: Aftas orales y genitales, lesiones oculares, cutáneas, artritis, manifestaciones neurológicas, gastrointestinales, vasculares, nefrourológicas, cardiopulmonares y psiquiátricas.
Una de las particularidades de la enfermedad de Behçet es que estos síntomas aparecen de forma intermitente. Es decir, hay periodos en los que los pacientes están completamente asintomáticos o con síntomas leves que no afectan a su calidad de vida.
En otros se producen brotes más agudos, con una tendencia progresiva hacia la remisión y a una menor intensidad de los periodos de actividad.
Los factores de riesgo de la enfermedad están asociados con ciertos rasgos genéticos, afectando principalmente a hombres y mujeres entre los 20 y 30 años de edad, que habiten en países del Medio Oriente y Asia Oriental.
En lo concerniente al tratamiento para prevenir o disminuir los efectos de esta enfermedad, dependerá de las manifestaciones clínicas en cada paciente.