Cada 5 de diciembre se celebra en nuestro país el Día Nacional del Ciclista, ya que, en esta fecha, pero de 1981, Remigio Saavedra repitió la gesta que había concretado 38 años antes: unir Mendoza con Buenos Aires pedaleando. Este logro le valió reconocimiento y admiración, convirtiéndose en un símbolo.
Nacido en la localidad mendocina de Godoy Cruz, el 1 de octubre de 1911, empezó a pedalear de muy joven y con 32 años ya tenía innumerables carreras en su haber, como la Doble Chivilcoy, la Buenos Aires-Mar del Plata, Buenos Aires-Rosario, Doble Junín, Doble Pergamino, Doble Cañuelas, Doble Campana, Doble La Plata, entre otras. Ícono de la bicicleta, se destacó por su resistencia física y mental. A los 14 años, Remigio corrió y ganó en Godoy Cruz su primera carrera de ciclismo.
Tiempo después se mudó a Buenos Aires con uno de sus hermanos, y en 1928 corrió la Doble San Isidro, participando en la 3º categoría; en menos de tres meses logró ascender a la 1º categoría tras ganar todas las carreras que corrió. En 1938 participó en 6 Carreras de los Seis Días, en los Estados Unidos, y 2 en Canadá. Y en varias oportunidades hizo la carrera de los Seis Días del Luna Park.
Realizó dos veces el desafío de unir en bicicleta los 1.100 kilómetros que separan las ciudades de Mendoza y Buenos Aires; la segunda vez tenía 70 años. Falleció a los 86 años en la ciudad de Buenos Aires, en 1998. Ganó más de 300 carreras, de las cuales 200 fueron en pista. Compitió en un campeonato mundial en 1933, pero debió abandonar a pocos kilómetros de la llegada por una rotura de su bicicleta.