El segundo día de mayo se conmemora de forma internacional el día que busca combatir el acoso escolar que reciben algunos estudiantes y que corresponde a una problemática de nivel mundial.
Este día tiene el objetivo de concienciar sobre el riesgo del acoso escolar y el bullying en los niños y jóvenes a nivel mundial, así como buscar los mecanismos para evitar este mal, que hoy, se ha convertido en un terrible peligro para la población infantil y juvenil.
La fecha fue establecida en 2013 por asociaciones de padres y diversas organizaciones no gubernamentales para concienciar sobre los riesgos del acoso escolar y los métodos para evitar la violencia en los centros escolares, y para establecer un protocolo de actuación ante casos de este tipo. La causa se representa con un lazo de color púrpura.
Ese mismo año, esta iniciativa fue aprobada por la UNESCO y posteriormente reconocida por los Parlamentosespañol y uruguayo, y el Senado argentino.
Esta propuesta fue impulsada por Javier Miglino, cofundador de la ONG Bullying Sin Fronteras, quien advirtió respecto de la necesidad de “un día en el que todos los chicos del mundo puedan sentir que por 24 horas alguien los escucha, los entiende, los abraza y los protege cuando están por salir de la escuela, cuando están en clase y cuando se marchan a casa. Un día que diga claro y fuerte: el bullying está mal; arruina y destruye vidas”.
Cabe recordar que el acoso escolar refiere al conjunto de comportamientos físicos y/o verbales de un niño o niña o grupo de niñas y niños, de una manera hostil y abusando de un poder dirigido contra un compañero o compañera de forma repetitiva y durante mucho tiempo, con la intención implícita o explícita de hacerle daño.
No se trata ni de bromas, ni de conductas aisladas, sino de relaciones abusivas y violentas. La interacción con los compañeros y compañeras contribuye en gran manera al desarrollo socio cognitivo de los niños y niñas, pero hay cierto tipo de relaciones que pueden tener consecuencias muy negativas en este desarrollo.