Luego del pedido del presidente Alberto Fernández a Joe Biden sobre la invitación a Venezuela y Cuba para estar presentes en la cumbre de las américas, fuentes cercanas al ejecutivo nacional afirman que está puesta en duda la participación de la Argentina.
Fernández en el cónclave de Los Ángeles y, en «sintonía» con México y otros países de la región, volvió reclamar que la reunión continental que se desarrollará del 6 al 10 de junio se realice «sin exclusiones».
«El Presidente considera, al igual que su par mexicano (Andrés Manuel López Obrador) y otros presidentes de Latinoamérica, que la Cumbre tiene que ser con todos los países miembros de América», dijo el viernes pasado la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, al dejar en claro que la decisión del jefe de Estado de asistir o no al encuentro dependerá de si Estados Unidos invita a todos los países de la región.
Al ser consultada sobre si Fernández asistiría a la reunión, Cerruti afirmó que «el Presidente está evaluando su posición en sintonía con el resto de los presidentes de Latinoamérica».
Lo dicho por la portavoz muestra un endurecimiento en la postura del mandatario argentino que días atrás había insinuado su participación en el cónclave continental, aunque sin dejar de reclamarle a Estados Unidos, anfitrión del evento, que se invite a todos los países de la región al encuentro que se realiza cada tres años desde 1994.
Cabe recordar que hace algunos días el mandatario nacional decidió no sumarse al boicot que se estaba planeando a la cumbre por esta faltante y había confirmado su asistencia, pero pidiendo también por la invitación de los países excluidos.
Sin embargo, el gobierno de Joe Biden había descartado cambiar de postura: “Cuba, Nicaragua y el régimen de (Nicolás) Maduro no respetan la carta democrática de las Américas y por lo tanto no espero su presencia”, anunció el subsecretario estadounidense para América Latina y el Caribe, Brian Nichols, en una entrevista con la cadena NTN24.