El presidente Alberto Fernández anunció su participación de la cumbre de las Américas luego de poner en duda su presencia por la exclusión de Nicaragua, Venezuela y Cuba del evento.
El evento se realizará entre el 6 y el 10 de junio en Los Ángeles, Estados Unidos, informaron fuentes oficiales.
Fernández envió a los organizadores de la Cumbre la carta en la cual confirmó su presencia y por la tarde el presidente estadounidense, Joe Biden, llamó al mandatario argentino a Casa Rosada y durante 25 minutos ambos hablaron sobre distintos temas bilaterales.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le había pedido a Fernández que fuera en representación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), teniendo en cuenta que el mandatario argentino es el presidente pro témpore del grupo.
Además, su par chileno Gabriel Boric había adelantado que asistiría si también lo hacía Fernández.
El mandatario argentino expondrá en la Cumbre, entre otros temas, sobre la exclusión de Nicaragua, Cuba y Venezuela de la Cumbre, por decisión del anfitrión Estados Unidos.
Cabe recordar que el mandatario argentino hace algunos días había decidido no sumarse al boicot que se estaba planeando a la cumbre por esta faltante y había confirmado su asistencia, pero pidiendo también por la invitación de los países excluidos.
Lo dicho por la portavoz presidencial mostraba un endurecimiento en la postura del mandatario que días atrás había insinuado su participación en el cónclave continental, aunque sin dejar de reclamarle a Estados Unidos, anfitrión del evento, que se invite a todos los países de la región al encuentro que se realiza cada tres años desde 1994.
En la oportunidad, Fernández intentará compatibilizar dos objetivos contrapuestos: por un lado, ser la voz de quienes cuestionan la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua de la Cumbre; y, por el otro, evitar formar parte de los desplantes a Biden para preservar el vínculo con la Casa Blanca.
En tanto, el armado de un encuentro paralelo para expresar las divergencias con la política exterior estadounidense quedó descartado.