A lo largo de su vida, la reina Isabel II fue reconocida por su amor a los caballos y a los perros. Unos 30 corgi fueron sus compañeros durante su reinado y tras su fallecimiento muchos se preguntaron qué iba a pasar con Muick y Sandy, los últimos dos ejemplares que se habían sumado a la familia de sus mascotas.
El amor de la reina por esos pequeños perros data de 1944, cuando sus padres le ofrecieron para sus 18 años su primer corgi, Susan, de donde descienden la mayoría de los perros que tuvo después.
Isabel II se ocupaba en lo posible de sus propios perros, que la acompañaban en sus fines de semana en Windsor y vivían en sus apartamentos privados. Ella los nutría cuando tenía tiempo y le gustaba sacarlos a pasear.
Según medios británicos, en 2018 la reina Isabel II había decidido no recibir nuevos perros debido a que no quería que ninguno sobreviviera a su muerte, el año pasado, tras el fallecimiento del príncipe Felipe de Edimburgo, su hijo Andrés y sus nietas Beatrice y Eugenia de York le regalaron dos perros corgis: Muick y Sandy.
Hace poco tiempo, Carlos III y la reina consorte Camilla adoptaron dos perros jack terrier que habían sido rescatados de un refugio. El príncipe Guillermo y Kate Middleton tienen un perro cocker spaniel llamado Orla.
Pero Muick y Sandy ya tienen nuevos dueños y son el príncipe Andrés y su exesposa, Sarah Ferguson. Ellos se quedarán con estas dos mascotas, según The Guardian. Si bien los duques de York se encuentran separados, ambos viven juntos en Royal Lodge en Windsor.