El 21 de marzo de cada año se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, con el objeto de generar conciencia y sensibilización pública sobre la necesidad de redoblar esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial.
La discriminación racial, de acuerdo a la Convención Internacional sobre todas las Formas de Discriminación Racial adoptada en 1965 y con vigor desde 1969, refiere a “ toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública”.
Si bien en muchos países se han suprimido prácticas racistas, alarma que en la actualidad aún existen múltiples actos de discriminación racial y racismo. En ese marco, se vuelve necesario garantizar el principio proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y que toda persona tiene todos los derechos y libertades allí enunciados, sin distinción alguna, en particular por motivos de raza, color u origen nacional.
Al mismo tiempo, es necesario poner fin a toda doctrina de superioridad basada en la diferenciación racial es científicamente falsa. La discriminación y el racismo son una violación a los derechos humanos.
Este Día Internacional contra la Discriminación Racial fue establecido en 1979 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, teniendo en cuenta el 21 de marzo de 1960, en Sharpeville, Sudáfrica, día en que la policía abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación pacífica contra la ley de pases del apartheid.