El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmó que «es altamente improbable» que se pueda establecer si los restos óseos hallados en el río Tragadero, en la provincia de Chaco, pertenecen a Cecilia Strzyzowski, ya que «no fue posible obtener material genético cuantificable».
Así lo informaron en una nota remitida al equipo especial de fiscales que investiga la desaparición y presunto femicidio de la joven. Aunque esta conclusión ya había sido anticipada, el pasado 9 de octubre la fiscal Nelia Yael Velázquez pidió a los forenses que proporcionaran información adicional.
«En nuestra larga experiencia de 20 años procesando restos óseos, considero que en la actualidad es altamente improbable recuperar información genética de los restos remanentes dado el extensivo grado de calcinación que presentan», sostiene el texto firmado por Carlos María Vullo, integrante del EAAF.
El especialista explicó que se analizaron «16 sobres con muestras óseas recibidas en el laboratorio de genética forense» y agregó que, a su criterio, «es poco probable que otros laboratorios puedan obtener resultados reportables en dicho material óseo».
Detalló que las muestras «fueron procesadas con los métodos de extracción, cuantificación, amplificación y análisis genéticos más estrictos según nuestros protocolos alcanzados por la norma ISO 17025. Se ensayaron 12 de los elementos que mostraban el mejor aspecto macroscópico para recuperar información genética».
Sin embargo, «no fue posible obtener material genético cuantificable». «Se ensayaron estrictos protocolos de amplificación de ADN mitocondrial sin obtención de resultados reportables», reiteró el EAAF. Sin ese material genético, es imposible identificar a quién pertenecen los restos.
Cabe recordar que en la causa están detenidos Emerenciano Sena, su esposa Marcela Acuña y el hijo de ambos, César, acusados por el crimen de la joven. Otras cuatro personas están procesadas por encubrimiento.