Un sujeto de 30 años fue condenado a diez años de prisión por delitos de abuso sexual en perjuicio de dos menores, hijas de su prima hermana.
La madre de las menores contó que el imputado residía en el mismo domicilio. Todos vivían en el inmueble de su abuela. Los abusos salieron a la luz cuando las niñas (12 y 10 años) les contaron a unas primas lo que el acusado les hacía.
La denunciante refirió que sus hijas le dijeron luego que su tío había comenzado a tocarlas cuando tenían 8 y 6 años.
La jueza Carolina Sanguedolce, vocal de la Sala III del Tribunal de Juicio, encontró al sujeto autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia con una menor de 18 años en perjuicio de una de las menores, en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia con menor de 18 años, en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia con menor de 18 años, en perjuicio de la otra niña.
La jueza revocó la prisión domiciliaria que venía cumpliendo el imputado y ordenó su prisión preventiva y traslado a la cárcel penitenciaria local, previo ingreso a la Alcaidía General. Dispuso que reciba inmediato tratamiento psicoterapéutico por la naturaleza de los hechos por los cuales resultó condenado.
Finalmente, la jueza ordenó la extracción de material genético del condenado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.