Por el delito de abuso sexual simple, un hombre al que se identificó como H. N. L., de 68 años de edad fue condenado a la pena de tres años de prisión de ejecución condicional en perjuicio de su sobrina, quien tenía 8 años al momento de los hechos.
El sujeto fue juzgado en un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala V del Tribunal de Juicio, presidido por la jueza Mónica Mukdsi.
Entre las penas que se le atribuyeron, se destaca que deberá cumplir una serie de reglas de conducta para conservar la prisión en suspenso. Entre ellas, someterse a tratamiento psicológico y abstenerse de acercarse y de contactarse con la víctima y su grupo familiar.
Este pederasta fue denunciado por el padre de la menor luego de que los abusos salgan a la luz cuando la niña empezó a sentir dolores.
La menor le dijo a su hermana mayor, mientras la estaba bañando, que le dolía la vagina. En ese contexto le contó que su tío H. N. L. la había tocado en sus partes íntimas en reiteradas oportunidades.
Por su parte, los padres de la menor manifestaron que los abusos pudieron haber ocurrido cuando la niña se quedaba a dormir en la casa del imputado.
Según detalla la denuncia, el hombre decía a su sobrina que no contara a nadie lo sucedido porque si no “iba a haber problemas en la familia y se iban a pelear todos”.
La jueza ordenó que el condenado sea examinado por un médico del Poder Judicial para la obtención de sus señas particulares y que, a través del CIF, se le extraigan muestras de ADN, previa asignación del DUIG correspondiente, para su posterior incorporación al Banco de Datos Genéticos.