Cada 18 de junio se celebra el Día Mundial de la Gastronomía Sostenible, con el objetivo de concientizar sobre el cuidado ambiental en todo el sistema alimentario y alertar respecto al desperdicio de alimentos que, según la ONU, asciende a un 30% a nivel global.
La fecha fue promulgada por la ONU en el año 2016, tomando en cuenta la propuesta efectuada por la Sociedad Peruana de Gastronomía (APEGA).
Busca crear conciencia para adquirir nuevos hábitos alimenticios que contribuyan no sólo al bienestar de la población mundial, sino también a la protección y preservación de los recursos que provienen de la tierra, para vivir en un planeta más sostenible.
A la gastronomía a veces se la denomina el arte de preparar una buena comida. También puede hacer referencia a un estilo de cocina de una determinada región. Pero suele definirse como los alimentos y la cocina de un lugar.
La sostenibilidad implica realizar una actividad (por ejemplo, la agricultura, pesca o incluso preparación de una comida) sin desperdiciar nuestros recursos naturales y poder continuarla en el futuro sin perjudicar el medio ambiente o la salud.
El término de gastronomía sostenible o sustentable fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas, para darle apertura a todo lo relacionado a la diversidad natural para el consumo de alimentos que no tengan un impacto negativo sobre el medio ambiente y que ayude a cuidar al planeta.
Para que se generen las condiciones necesarias de un mundo verdaderamente sostenible, hacen falta mejoras y cambios relacionados con el ambiente, lo social y lo económico.
En tal sentido, será necesario una mejor manera de producir los alimentos, una transformación de la manera de pensar de la sociedad en general y un compromiso global de minimizar el impacto negativo que el consumo humano ha ocasionado sobre los recursos naturales que le proporcionan el sustento.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los principios en los que se basa la agricultura y la alimentación sostenible son los siguientes:
- Mejorar la eficacia en el uso, conservación, protección y mejoramiento de los recursos naturales, como elemento clave para la sostenibilidad de la agricultura.
- Proteger y mejorar los medios de vida rurales para la equidad y el bienestar social.
- Reforzar la resiliencia de las personas, comunidades y ecosistemas para una agricultura sostenible.
- Aplicar mecanismos de gobernanza responsables y eficaces para la sostenibilidad de la alimentación y la agricultura.