2 de Junio: Día Mundial de Lucha contra la Miastenia Gravis

El 2 de junio se conmemora internacionalmente el Día Mundial de Lucha contra la Miastenia Gravis, con la finalidad de sensibilizar y concienciar a la población acerca de una enfermedad neuromuscular rara y autoinmune, que afecta a miles de personas en el mundo.

La miastenia es una enfermedad neurológica autoinmune y crónica, que es la más frecuente dentro del grupo de entidades que afectan a la unión neuromuscular, y que se caracteriza por la debilidad y fatiga precoz de los músculos esqueléticos y voluntarios del cuerpo.

El padecimiento se origina debido a un desorden en el sistema inmunológico, generando anticuerpos que interfieren con los receptores de los músculos, dañando la conexión entre la sustancia química que circula por las terminaciones nerviosas y los receptores. Esto ocasiona debilidad y mal funcionamiento de los músculos.

Esta enfermedad rara puede afectar a personas de cualquier edad, siendo más común en mujeres jóvenes y hombres de edad avanzada. Se estima una incidencia de 20 casos por cada 100.000 habitantes.

La gran mayoría de las personas afectadas por miastenia gravis desarrollan miastenia ocular en la etapa inicial de la enfermedad, la cual afecta a los músculos que controlan el movimiento del ojo y los párpados, siendo en estos casos la visión borrosa o doble y la caída del párpado los primeros síntomas de la enfermedad.

Actualmente, se calcula que en más del 70% de los casos la enfermedad se inicia con afección de la musculatura ocular y en un 30% continúa afectando exclusivamente a los ojos. Pero, salvo un 10-30% de los casos en los que se puede producir una remisión espontánea, en el resto de casos la enfermedad termina afectando a otros grupos musculares.

De cualquier manera, la enfermderad también puede afectar a los músculos de la cara, los brazos, las piernas, así como a los que se utilizan para hablar, comer o respirar.

Algunos de los síntomas característicos de esta enfermedad son los siguientes:

  • Visión doble (diplopía).
  • Disfagia o dificultad para masticar y tragar.
  • Debilidad en el cuello.
  • Párpado caído, conocido como ptosis palpebral.
  • Parálisis facial, por debilidad de los músculos faciales.
  • Dificultad para hablar (disartria).
  • Debilidad en brazos y piernas.
  • Dificultad para respirar, debido a la debilidad de los músculos de la pared torácica.

Actualmente no existe una cura para esta enfermedad, aunque la aplicación del tratamiento por parte de un médico especialista puede ayudar a aliviar los síntomas.

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