Durante el séptimo día de julio se celebra en nuestro país el día que homenajea a una rama de profesionales que se dedican al estudio de la ley con la finalidad de hacerla cumplir.
Se trata del “Día del Abogado Laboralista” en homenaje a un grupo de abogados secuestrados en 1977 en el marco de un operativo represivo ocurrido en la ciudad de Mar del Plata, el que fue bautizado por los propios victimarios como «Noche de las Corbatas».
Estos sucesos marcan un punto de inflexión en la historia de conquistas y luchas de los trabajadores y sus abogados contra los mismos poderes que desde hace siglos generan injusticia social y violencia.
El hecho trágico que da lugar a ese día fue uno de los castigos ejemplificadores del poder violento e injusto a los abogados de los trabajadores, el más extendido e inhumano que existió hasta el momento. Se dio en el contexto de una dictadura cívico-militar que llevo adelante un genocidio contra trabajadores y luchadores por los derechos sociales.
Este merecido reconocimiento que la ley hace a los profesionales desaparecidos en la dictadura entraña una enorme responsabilidad para quienes ejercen la profesión en el ámbito del Derecho del Trabajo, la de refrendar con su labor el invaluable legado que dejaron, en pos de afianzar este derecho de fundamental importancia para el desarrollo de las personas.
Los desaparecidos eran abogados laboralistas que, en plena dictadura militar, asumían la defensa de detenidos políticos. Además, entre ellos estaba también quien fuera el autor intelectual de la Ley de Contrato de Trabajo, el Dr. Norberto Oscar Centeno.
Norberto Centeno, escribano y abogado, militante inclaudicable por la defensa de los derechos laborales, fue asesor de numerosos sindicatos y estuvo preso en varias ocasiones por las sucesivas dictaduras que padeció nuestro país.
En ese sentido, es importante resaltar que según datos oficiales son cerca de 120 los abogados que por defender a los trabajadores y apoyar sus luchas en aquellos años fueron víctimas de genocidio.