El presidente Alberto Fernández, habló ayer antes de su vuelta al país luego de participar de la cumbre del G7, y expresó que estaba «satisfecho», por haber podido llevar «la voz de la periferia» ante la cumbre de las siete potencias del mundo.
Además, este aseguró que se encontraba «preocupado» ante la situación derivada de la guerra en Ucrania.
El presidente señaló que pudo «cumplir el cometido que me había fijado» en cuanto a llevar la voz de regiones «que en estas reuniones nunca se escuchan». Durante su participación, pidió por la paz en Ucrania y exhortó a los países industrializados a que incluyan a la periferia a la arquitectura financiera internacional.
Fernández expresó, en su intervención ante los líderes del G7 -es decir, Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania, país que ejerce la presidencia de turno del grupo- su convicción de que «lo prioritario es recuperar la paz».
«Esta guerra está generando el aumento de los precios de la energía, está haciendo carecer de energía a Europa y parece ser el prolegómeno de una hambruna para 300 millones de habitantes», alertó.
Entre otros puntos planteados, Fernández pudo señalar el compromiso de Argentina «con el tema del cambio climático» y señaló la injusticia que significa para muchos países emergentes el modo en que se trata esta problemática, ya que «el hemisferio sur es proveedor de oxígeno», puntualizó.
«Pudimos contarle al mundo nuestra visión, y pudimos reclamarle al G7 que preste atención a la periferia», reafirmó Fernández.
Desde su llegada a Múnich el domingo por la tarde, el Jefe de Estado mantuvo varias reuniones bilaterales, sobre las cuales dijo que «todas fueron productivas».
Cabe destacar que, en su viaje, Fernández mantuvo además una serie de encuentros bilaterales, entre ellos con el Scholz, con el primer ministro indio, Narenda Modi, y el premier británico, Boris Johnson, entre otros.