La reina Camila habló brevemente con periodistas mientras cumplía con un compromiso real en la catedral inglesa de Salisbury, en el sur de Inglaterra. Allí, aseguró que el rey Carlos III está “extremadamente bien” dadas las circunstancias, después de que fue diagnosticado con un cáncer que le obligó a suspender las funciones oficiales.
“Está muy conmovido por las cartas y los mensajes que le han enviado desde todas partes. Es muy alentador”, añadió Camila.
Durante la visita de la reina, Carlos permaneció en la residencia rural de Sandringham, en el este de Inglaterra y adonde los monarcas se trasladaron el martes.
El príncipe Guillermo, heredero de la corona británica, ha tenido que asumir algunas de las funciones oficiales de su padre. Sin embargo, el monarca continúa atendiendo sus funciones específicas de Estado, como firmas de leyes o los contactos telefónicos semanales con el primer ministro británico, Rishi Sunak.
