En medio del conflicto persistente entre la Casa Rosada y los gobernadores, que continúa en la Justicia, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lanzó una declaración que no contribuye a calmar las tensiones. «En Chubut no vive nadie, hay un millón de guanacos», afirmó, aparentemente intentando menospreciar la postura del gobernador Ignacio Torres, integrante del PRO, partido que la funcionaria aún preside.
La titular de la cartera de Seguridad Social y de Trabajo durante el gobierno de Fernando de la Rúa repasó parte de las actividades económicas del distrito patagónico. «Es muy importante, si es una provincia que vive de la pesca, del petróleo, que no vive de la minería porque se votó la ley y luego se echaron para atrás, pero podría hacerlo porque tiene un yacimiento de plata y desde la costa hasta la montaña tiene todo tipo de minerales», remarcó, invitada por La Nación +.
«Y no vive nadie, viven nada más que un millón de guanacos», remató, en un intento por quitar valor a los activos de la provincia.
Consultada sobre su vínculo cercano con Torres durante la campaña, Bullrich aclaró que «una cosa es un gobernador que plantea las cosas en el marco de la ley y otra alguien que te va a cortar el petróleo».
«La provincia de Chubut está con un problema grave con el petróleo, tienen que ser muy cuidadosos porque son cuencas maduras que en cualquier momento cierran», advirtió, y remarcó que la provincia «no debería ser pobre y es pobre. Hay que lograr las inversiones».
Luego, la ministra se refirió a la posición de los gobernadores de Juntos por el Cambio. «Hay una parte que está apoyando el cambio y otra que está boicoteando el cambio», sostuvo. «Lo importante de todo es que un gobernador de Juntos por el Cambio tiene que tener principios claros: respeto a la propiedad privada y a las instituciones», subrayó, y planteó que los que «boicotean el cambio» son «los que no apoyaron la Ley Ómnibus».
Además, Bullrich relató un diálogo con Torres en la previa del conflicto. «Me vino a ver, me contó lo de la deuda; me parece que discutir con el Gobierno nacional un refinanciamiento es una cosa razonable y lógica, después dijo que si no mandaban la plata iba a cortar el petróleo. Le dije ‘pará, ¿estamos todos locos?, eso hasta ahí no se puede llegar’. Pensé que lo decía medio en chiste, como que no era una cosa seria», contó.