Once bebes recién nacidos murieron al incendiarse un hospital de la ciudad senegalesa de Tivaouane, en el oeste del país.
El incendio se declaró en el departamento de neonatología del hospital Mame Abdou Aziz Sy Dabakh de Tivaouane.
El incendio fue causado por «un cortocircuito y el fuego se propagó muy rápido» por el servicio, indicó el alcalde de la ciudad, Demba Diop. «Tres bebés se salvaron», se informó.
Según la prensa local, el hospital afectado, el Mame Abdou Aziz Sy Dabakh, se inauguró recientemente.
Por su parte, el ministro de Salud, Abdoulaye Diouf Sarr, que estaba en Ginebra asistiendo a un encuentro de la Organización Mundial de la Salud, dijo que regresaba a Senegal de inmediato.
«Esta situación es muy desafortunada y extremadamente dolorosa», dijo en la radio. «Una investigación está en marcha para ver qué ha pasado», añadió.
El ministro del Interior, Antoine Diome, anunció que las autoridades abrirían una investigación sobre el estado de las instalaciones hospitalarias, así como de otros centros de atención médica, informaron medios senegaleses.
El fuego ocurrió un año después de que otros cuatro recién nacidos murieran en un incendio en un hospital de Linguere, en el norte de Senegal.
Otras muertes han aumentado la preocupación por la salud materno-infantil en la nación de África Occidental, conocida por tener algunos de los mejores hospitales de la región.
Un incidente similar ocurrió en el municipio septentrional de Linguere a finales de abril, cuando un incendio provocó la muerte de cuatro bebés en un hospital.
El alcalde de esa ciudad dijo que el origen de las llamas fue un problema eléctrico en el sistema de aire acondicionado de la zona de maternidad, donde había seis bebés.