El 8 de junio se conmemora el Día Internacional de los Tumores Cerebrales, con la finalidad de sensibilizar a la población acerca de las causas, riesgos y tratamiento de los tumores cerebrales, así como ofrecer apoyo y solidaridad a los pacientes y sus familiares.
Esta efeméride está constituida desde el año 2000 por la Asociación de Tumores Cerebrales de Alemania con el objetivo de informar a la población acerca de este tipo de cáncer.
La incidencia de este tipo de cáncer se establece en 7,5 casos por cada 100.000 habitantes, constituyendo en torno al 2% de la totalidad de procesos oncológicos en los adultos y cerca del 15% en la población infantil y juvenil.
En este contexto, debe considerarse que el 90% de los tumores cerebrales son benignos, y en el caso de los malignos, es importante un diagnóstico precoz, para así posibilitar el inicio temprano de tratamientos que eviten secuelas neurológicas significativas en los pacientes.
Los tumores cerebrales son masas generadas por el crecimiento de células anormales en el cerebro, pudiendo originarse por causas genéticas y ambientales. Existen tumores cerebrales benignos o no cancerosos y tumores cerebrales malignos (cancerosos).
Se denominan tumores cerebrales primarios a aquellos que comienzan a aparecer en el cerebro. En cambio, los llamados secundarios o metastásicos ocurren cuando el paciente tiene células cancerosas en otros órganos del cuerpo como por ejemplo el pulmón o la mama u otro origen y que en algún momento de su evolución se extiende al cerebro.
Muchos de estos tumores son tratables y curables si se detectan a tiempo.
El crecimiento y la ubicación del tumor cerebral determinarán el grado de afectación de la función del sistema nervioso, así como el tratamiento médico a aplicar.