En la jornada de ayer, se realizó un allanamiento en el convento San Bernardo, donde se habría privado de su libertad a una monja que padece cáncer.
Con orden de allanamiento, se ingresó al predio y la mujer damnificada, fue retirada del lugar en una intervención que estuvo a cargo del fiscal penal 2, Ramiro Ramos Ossorio.
Las actuaciones se iniciaron a partir de la iniciativa de una mujer perteneciente al claustro, quien manifestó a sus familiares, oriundos de la provincia de Mendoza, que quería abandonar el Convento, pero se le negaba la posibilidad.
Ante tal situación, este martes 20, desde la Fiscalía se dio la directiva a la Policía de entrevistarse con las autoridades del Convento pero no fueron recibidos.
Esto motivó que el fiscal Ramos Ossorio enviara el miércoles a auxiliares fiscales a intentar el cometido, pero también fue rechazado, sin posibilidad de ingreso al lugar para notificación.
Según consta en las actuaciones, a inicios del mes de diciembre y en un primer acercamiento, las autoridades religiosas manifestaron que debían disponer de la autorización proveniente del Vaticano, sin embargo cuando esta documentación estuvo disponible, le negaron la posibilidad de retirarse.
Con los elementos de convicción reunidos, el fiscal solicitó al Juzgado de Garantías en turno, orden de allanamiento para el predio. Con la intervención de la fuerza pública y la colaboración de Bomberos, se logró ingresar al edificio sin forzar el acceso.
Una vez en el interior, se pudo entrevistar a la mujer damnificada, quien ratificó su intención de retirarse del lugar, por lo que fue trasladada a un lugar seguro.