En una audiencia flexible y multipropósito fijada por la Oficina Judicial de Garantías (OfiJu) en el marco del plan piloto de oralidad el juez interviniente dictó sentencia en relación a la causa seguida contra un hombre de 36 años, acusado de los delitos de abuso sexual con acceso carnal y robo en grado de tentativa, en concurso real.
La joven de 21 años había ido con unos amigos al “Festival del Tamal”. Permaneció con ellos toda la noche, ingiriendo bebidas alcohólicas hasta que cerca de las 5 de la mañana del 21 de julio se separó del grupo para ir a los baños químicos. Delante de ella no había muchas chicas esperando. De un momento a otro, con evidentes bloqueos en su memoria, recuerda que estaba en el piso y decía “no quiero” mientras alguien abusaba de ella. No pudo reconocer al hombre, pero advirtió que cuando se iba se llevó algo que estaba tirado en el suelo.
La socorrió la policía, que la encontró en la zona de los baños en un estado de llanto. Cuando intentó realizar un llamado telefónico se dio cuenta que su celular no estaba, y recordó que sí llevaba con ella en la fila para entrar al baño.
El acusado fue detenido momentos después mientras intentaba darse a la fuga. Tenía un rasguño en su cara, y al momento de la requisa le encontraron el celular de la joven.
Durante la audiencia, se escucharon las posiciones del Ministerio Público Fiscal y de la defensa del acusado. El fiscal sostuvo la necesidad de dictar prisión preventiva, argumentando que existen suficientes pruebas que acreditan los hechos investigados, así como riesgo de fuga y de entorpecimiento en la investigación. Por su parte, la defensa solicitó la libertad del acusado o, en su defecto, el arresto domiciliario, subrayando la condición de salud del imputado y su rol como cuidador de su madre, quien presenta diversas patologías.
Posteriormente, se escuchó la declaración de la víctima, quien afirmó estar recibiendo tratamiento psicológico y reconoció que el celular secuestrado le pertenece.