El 21 de mayo se celebra en forma internacional el día de la diversidad cultural para el dialogo y el desarrollo.
Esta fecha fue dispuesta en el año 2003 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el objetivo de apoyar la diversidad, el diálogo, la inclusión y la cooperación entre las distintas culturas.
La celebración cada 21 de mayo, destaca no solo la riqueza de las culturas del mundo, sino también el papel esencial del diálogo intercultural para lograr la paz y el desarrollo sostenible, así como su valía económica, ya que representa el 3,1% del PIB y el 6,2% del empleo a nivel mundial.
En tanto, en el año 2001, la Unesco hizo una declaración en la que reconocían la importancia que tiene la diversidad cultural y la manera en que esta se manifiesta, considerándola tan fundamental al género humano como lo es la diversidad biológica en los organismos vivos.
La diversidad es un patrimonio común que debemos reconocer y consolidar, sobre todo si tomamos en consideración que nos encontramos ante sociedades diversificadas que deben convivir, participar, intercambiar y garantizar el pluralismo.
La diversidad cultural puede verse a través de diversas manifestaciones: creencias religiosas, música, lenguaje, arte, trabajo y en toda actividad humana. Porque en todo lo que hacemos, las personas reflejamos nuestra cultura como comunidad, sociedad o nación.
«Nuestra diversidad cultural es patrimonio común de la humanidad. Es una fuente de renovación de las ideas y las sociedades que nos permite abrirnos a los demás y concebir nuevas formas de pensar. Esta diversidad es una oportunidad para la paz y el desarrollo sostenible», sostuvo la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.
Desde las Naciones Unidas, explican la importancia de las diversidades culturales y su celebración: «Se trata de una fuerza motriz del desarrollo, no solo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual más enriquecedora. Esta diversidad es un componente indispensable para reducir la pobreza y alcanzar la meta del desarrollo sostenible, gracias, entre otros, al dispositivo normativo, hoy día ya completo, elaborado en el ámbito cultural».