La justicia francesa condenó este miércoles a cadena perpetua incondicional a Salah Abdeslam, el único miembro con vida de los comandos yihadistas que el 13 de noviembre de 2015 mataron a 130 personas en París y la vecina Saint-Denis.
Seis años después del peor ataque en París desde la Segunda Guerra Mundial y tras 10 meses de proceso, los 20 acusados conocieron sus condenas, que van desde los dos años de prisión a la cadena perpetua sin libertad condicional.
Tras nueve meses de sesiones, y más de cinco años de instrucción, el ministerio público ha pedido diferentes penas para la veintena de acusados.
Para los cinco que considera que tienen mayor responsabilidad, dieron la condena de prisión de por vida. Para todos ellos, la Justicia pretende aplicar exigentes periodos de seguridad de más de 20 años.
El periodo de seguridad es el tiempo mínimo que el condenado debe pasar preso antes de poder recibir cualquier tipo de atenuante penal. Ante la gravedad del caso, también se había planteado aplicar un mecanismo de revisión de la duración de esos periodos.
De este modo, la Justicia francesa cumplió con la solicitud de la Fiscalía, que a comienzos de junio solicitó aplicar todo el peso de la ley. Tanto Abdeslam como su defensa se opusieron a la propuesta del Ministerio Público, que además tildaron de “pena de muerte social”.
La Justicia concluyó en el caso a otros 19 sospechosos, que recibieron condenas que oscilan desde los dos años de prisión hasta la cadena perpetua, si bien Abdeslam fue el único sentenciado como “coautor” de los atentados de París y Saint-Denis, sin influir el hecho de que él no llegase a disparar a las víctimas.
Abdeslam recibió la mayor pena, aplicada únicamente en cuatro ocasiones en Francia, pese a los esfuerzos de su defensa por presentarla como una «pena de muerte social» y asegurar que renunció a inmolarse la noche del ataque.
«No soy un asesino y si me condenan por asesinatos, cometerían una injusticia», dijo el lunes el francés de 32 años, que presentó de nuevo sus «disculpas» a los sobrevivientes y a los familiares de las víctimas.
«La opinión pública piensa que yo estaba en las terrazas, disparando a la gente, que estaba en el Bataclan. Ustedes saben que la verdad está en el sentido contrario», sostuvo Abdeslam al tribunal, antes de que se retirara a deliberar.